La imagen satelital de la NASA nos muestra el formidable poder de Melissa, un huracán categoría 5 que golpeó Jamaica y ahora se dirige hacia el este de Cuba. Dos horas después de hacer landfall en la isla caribeña, Melissa sigue causando estragos, aunque su intensidad ha disminuido ligeramente, pasando a ser un huracán categoría 4.
A medida que el ojo del huracán se desplaza hacia el norte-noreste a una velocidad de aproximadamente 13 kilómetros por hora, es probable que el centro de Melissa salga de Jamaica y comience a afectar áreas costeras de Cuba. El viento sostenido en la zona central del huracán ha disminuido ligeramente, pero siguen siendo fuertes, con velocidades de hasta 240 kilómetros por hora.
La velocidad y el tamaño impresionantes de Melissa hacen que sea uno de los huracanes más peligrosos en la historia registrada. La intensidad del viento y la lluvia torrencial están causando devastación en Jamaica, donde se han reportado daños significativos a infraestructuras y viviendas.
La situación en Cuba es igualmente alarmante. La alerta temprana de Melissa ha llevado a miles de personas a evacuar sus hogares y buscar refugio en áreas seguras. Las autoridades cubanas están trabajando estrechamente con los funcionarios de emergencia para prepararse para el impacto del huracán.
La trayectoria actual de Melissa sugiere que el centro del huracán podría hacer landfall en Cuba en las próximas horas, lo que aumenta la preocupación por la seguridad de las personas en la zona. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos ha emitido advertencias de huracán para gran parte de la costa oriental de Cuba, y se recomienda a los residentes y visitantes que sigan las instrucciones de las autoridades locales y preparen sus refugios.
La respuesta internacional a la emergencia es rápida y efectiva. Varios países han ofrecido ayuda y apoyo a Jamaica y Cuba, y organizaciones humanitarias están trabajando para brindar asistencia a los afectados. La comunidad internacional se encuentra en estrecho contacto con las autoridades de ambos países para garantizar una respuesta coordinada y eficaz.
En este momento crítico, es importante recordar que la seguridad humana es la primera prioridad. Todas las personas involucradas en la respuesta a la emergencia deben ser conscientes del riesgo extremo y tomar medidas para protegerse y proteger a otros.


















