En un golpe inesperado, el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK) de Nueva York se vio obligado a parar sus operaciones este viernes debido a la escasez de personal causada por el cierre del gobierno federal estadounidense. La medida drástica afectó a miles de pasajeros que intentaban llegar a su destino, mientras que también generó inquietud y confusión entre los viajeros.
La situación se originó después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) declarara una “emergencia aérea”, lo que llevó al aeropuerto a detener temporalmente sus operaciones. La FAA, responsable de supervisar y regular el tráfico aéreo en Estados Unidos, había advertido previamente de la falta de personal disponible para vigilar las operaciones en la terminal aérea. Sin embargo, la medida tomó por sorpresa a miles de pasajeros que se encontraban en el aeropuerto y esperaban atravesar el control de seguridad o abordar sus vuelos.
La paralización de operaciones en el JFK causó un gran caos, ya que los vuelos en tierra se vieron obligados a detenerse y no pudieron despegar. La mayoría de las aerolíneas estadounidenses, como American Airlines, Delta Air Lines y United Airlines, informaron que sus vuelos fueron afectados por la medida, lo que generó una gran cantidad de retrasos y cancelaciones.
A medida que la noticia se difundió, los pasajeros que se encontraban en el aeropuerto comenzaron a expresar su frustración y angustia ante la situación. “Estoy en un vuelo que ya tarda dos horas y no hay información sobre qué está pasando”, dijo una viajera enojada. Otro pasajero agregó: “Me duele no poder llegar a mi destino como estaba planeado. Esto es un desastre”.
La paralización de operaciones en el JFK también afectó a las aerolíneas y a los empleados del aeropuerto, que se vieron obligados a suspender sus actividades normales. “Estamos haciendo todo lo posible para manejar esta situación, pero es difícil trabajar con la falta de personal”, dijo un funcionario del aeropuerto.
La paralización de operaciones en el JFK es solo uno de los efectos colaterales del cierre del gobierno federal estadounidense. La medida ha generado una gran cantidad de problemas para los viajeros y las empresas que dependen del transporte aéreo. La situación también ha generado inquietud entre los funcionarios del aeropuerto, que están preocupados por la seguridad y la eficiencia en el manejo de las operaciones.
Espera que la situación se resuelva pronto, pero por ahora, miles de pasajeros se ven obligados a esperar pacientemente en el aeropuerto mientras se busca una solución.




















