En México, una de cada tres personas migrantes que llegan al país sin documentos legales, huyen de la violencia, amenazas e intimidación en su país de origen. Así lo revela un informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que destaca la gravedad de la situación en el contexto de la movilidad humana en México.
Según datos preliminares del Monitoreo de Protección 2025, una investigación que registra la evolución de la migración irregular en el país, cerca del 61% de los migrantes en situación irregular que llegaron a México este año, declararon que la violencia, las amenazas e intimidación fueron la principal razón para su partida del país de origen. Esta cifra es alarmante y refleja la dramática situación de seguridad que viven muchos pobladores en América Latina.
La ACNUR, que ha sido pionera en la defensa de los derechos humanos de las personas migrantes, sostiene que esta situación es el resultado de una crisis global de violencia y conflicto armado. En este sentido, México se convierte en un destino importante para aquellos que buscan refugio y protección.
No obstante, la realidad de la vida como migrante en México es difícil y peligrosa. El 66% de los mil 490 entrevistados por la ACNUR, reportaron haber sufrido algún tipo de violencia o intimidación en el camino hacia México, lo que destaca la precariedad de la situación en la que se encuentran.
Entre las historias de vida relatadas por los migrantes, hay testimonios de personas que han sido víctimas de secuestros, torturas y violaciones. Otras han sido obligadas a abandonar sus hogares después de ser amenazadas o agredidas físicamente. La ACNUR sostiene que este tipo de situaciones es consecuencia de la impunidad y el descrédito hacia las autoridades en los países de origen, lo que genera un clima de temor y desesperación.
La situación es aún más complicada si se tiene en cuenta que muchos migrantes no tienen acceso a servicios básicos como atención médica o protección legal. La falta de recursos y la inseguridad en las zonas fronterizas y centros urbanos, hacen que los migrantes sean cada vez más vulnerables.
Aunque el gobierno mexicano ha implementado algunos esfuerzos para mejorar la situación de los migrantes, mucho más se debe hacer para proteger y defender sus derechos. La ACNUR sostiene que México tiene una oportunidad única para establecer un sistema más efectivo de protección a las personas migrantes, y crear un entorno más seguro y justo para ellas.
La lucha por la justicia y la protección de los derechos humanos es larga y difícil, pero es fundamental para cualquier sociedad. En este sentido, es esencial que México y otros países de la región trabajen juntos para crear un clima de respeto y tolerancia hacia las personas migrantes, y brindarles protección y apoyo en su búsqueda de refugio y protección.