La nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha emitido un veredicto que puede tener graves consecuencias para las mujeres mexicanas que han sido víctimas de violencia familiar. En una sesión celebrada este martes, el pleno de la alta instancia judicial decidió con seis votos a favor no reconocer como tal la “violencia vicaria”, es decir, la acción de usar a los hijos o hijas como herramienta para ejercer control emocional y físico sobre las mujeres.

La violencia vicaria se refiere a un patrón de comportamiento en el que los agresores utilizan a los menores de edad para ejercer presión y coerción sobre sus madres, sin considerar la integridad o bienestar de los niños. Esta forma de violencia es especialmente peligrosa porque puede ser difícil detectarla y sancionarla debido a su naturaleza subrepticia.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) presentó una acción de inconstitucionalidad contra la reforma que buscaba reconocer la violencia vicaria como un tipo específico de violencia familiar. La CNDH argumentó que, al no ser considerada como una forma autónoma de violencia, se estaría perjudicando a las mujeres que han sido víctimas de este tipo de agresiones.

Sin embargo, el pleno de la SCJN decidió no aceptar la reforma, lo que significa que la violencia vicaria no tendrá carácter de autónomo y no podrá ser sancionada de manera específica. Esta decisión puede tener graves consecuencias para las mujeres que han sido víctimas de este tipo de agresiones, ya que pueden verse obligadas a seguir sufriendo la violencia sin posibilidades de recibir una respuesta efectiva del sistema judicial.

La no reconocimiento de la violencia vicaria como un tipo específico de violencia familiar puede también tener efectos negativos en la lucha contra la violencia de género. La violencia vicaria es un patrón de comportamiento que se utiliza con frecuencia para ejercer control emocional y físico sobre las mujeres, lo que puede ser especialmente peligroso si no se considera como una forma autónoma de violencia.

Es importante destacar que la violencia vicaria no es solo un problema individual, sino también una problemática social y cultural. Es fundamental que los poderes públicos y la sociedad en general tomen medidas para prevenir y sancionar esta forma de violencia, ya que puede tener graves consecuencias para las mujeres y sus hijos.

En conclusión, el veredicto emitido por la SCJN puede tener graves consecuencias para las mujeres mexicanas que han sido víctimas de violencia familiar. Es fundamental que se tome medidas para reconocer y sancionar la violencia vicaria como un tipo específico de violencia familiar, y no dejar que sea considerada simplemente como una forma más de violencia doméstica.